Como casi siempre hago el pan casero " en 5 minutos" tenía muy abandonado el tema masas y llevaba bastante tiempo con "mono" de hacer unos panecillos... o cualquier cosa. Las masas son adictivas, una vez se empieza cuesta parar... Pero bueno, al menos hoy ya me he desquitado con estos bollos que son fáciles de hacer y muy agradecidos, a la par que deliciosos en cualquier momento y con cualquier relleno. Animaos a hacer vuestro propio pan. Es satisfactorio, reconfortante, relajante y como os he dicho, adictivo!
La receta es del libro "El aprendiz de panadero". Un libro maravilloso sobre el pan que además de enseñarnos muchísimo nos ayudará a comprender las masas y cómo tratarlas.
PANECILLOS KAISER
Ingredientes (para 6 panecillos grandes o 9 pequeños):
*Para el paté fermetée:
- 70 gr. de harina común
- 70 gr. de harina de fuerza
- 2,5 gr. de sal
- 0,75 gr. de levadura seca de panadería
- Entre 90 y 105 ml. de agua a temperatura ambiente
Podéis doblar las cantidades si os es más cómodo y conservar el resto en el frigorífico durante 3 días o en una bolsa hermética congelado durante 3 meses.
*Para la masa:
- 225 gr. de paté fermentée (la masa de arriba con esas cantidades)
- 280 gr. de harina de fuerza
- 5,5 gr. de sal
- 3 gr. de levadura seca de panadería
- 9 gr. de jarabe de malta (yo lo he omitido ya que no tenía)
- 1 huevo grande
- 22 ml. de aceite de girasol
- De 150 a 180 ml. de agua templada
- Semillas de amapola y sésamo para espolvorear (opcional)
Elaboración:
*Paté fermentée: Ponemos las harinas, la sal y la levadura en el vaso de nuestra amasadora y mezclamos con la pala hasta obtener una masa homogénea. Quitamos la pala y ponemos el gancho de amasar. Amasamos durante unos 4 minutos o hasta que la masa esté suave y maleable; adherente pero no pegajosa. Corregiremos de harina o agua si fuese necesario.
Pasamos esta masa a un bowl ligeramente engrasado y movemos la masa por todo el bowl para que se impregne con el aceite. Tapamos con papel film y dejamos reposar a temperatura ambiente 1 hora o hasta que la masa haya aumentado su volumen en 1 y 1/2.
Sacamos la masa del bowl, amasamos un poco para que pierda aire, la devolvemos al cuenco, la tapamos y dejamos que repose en el frigorífico toda la noche.
*La masa: Sacamos el paté fermentée del frigorífico y lo cortamos con un cuchillo de sierra en unos 10 trozos. Los tapamos con un trapo o papel film y dejamos que se atemperen durante 1 hora.
Mezclamos la harina, la sal y la levadura en el vaso de nuestra amasadora con la pala. Añadimos el paté fermentée, el aceite, el huevo y 10 cucharadas de agua. Batimos durante 1 minuto aproximadamente, hasta que la masa esté homogénea. Si queda harina suelta, añadiremos una o dos cucharadas de agua.
Ponemos el gancho de amasar y amasamos unos 6 minutos o hasta que tengamos una masa maleable, adherente pero no pegajosa. Si fuese necesario añadiremos más harina de cucharada en cucharada hasta obtener nuestra masa.
Engrasamos ligeramente un bowl con aceite y pasamos la masa al mismo, moviéndola por toda la superficie para que se impregne. Tapamos con papel film y dejamos reposar durante 2 horas o hasta que doble su volumen.
Una vez transcurrido este tiempo dividimos la masa en 6 partes iguales. Les damos forma de panecillo, pulverizamos con aceite y tapamos con film durante 10 minutos. Mientras tanto cubrimos la bandeja del horno con papel de horno que engrasaremos y espolvorearemos con harina de maíz. Marcamos los panecillos (si tenéis el cortador con la forma de los Kaiser, mejor. Yo no lo tengo así que toca he usado el que tenía a mano). Ponemos los panecillos con el corte hacia abajo sobre la bandeja del horno, pulverizamos con aceite y tapamos con film. Dejamos reposar durante 45 minutos. Damos la vuelta a los panecillos, poniendo ahora el corte hacia arriba. Pulverizamos con aceite y tapamos con film. Volvemos a dejar reposar 45 minutos o hasta que doblen su volumen.
Precalentamos el horno a 220º con una bandeja con agua dentro. Pasado el tiempo indicado rociamos los panecillos con agua y espolvoreamos las semillas si las usamos, si no, sólo el agua. Metemos los panecillos en el horno pulverizando las paredes del mismo con agua. Horneamos durante unos 15-30 minutos (el tiempo dependerá de nuestro horno. Si hacéis panecillos más pequeños, necesitarán menos tiempo). A los 10 minutos, rotaremos la bandeja para que se horneen uniformemente. Estarán listo cuando tengan un bonito color dorado.
Sacamos la bandeja, dejamos los panecillos enfriar completamente sobre una rejilla y no los serviremos antes de al menos 30 minutos. Es mejor que esperemos a que estén totalmente fríos.
Buen provecho!
Una receta estupenda. Es cierto que las masas crean adicción, a mí me lo hacen!!!
ResponderEliminarBesazos!
humm, desde aquí lo puedo oler. Me anoto la receta y ese libro antes o después será mío :)
ResponderEliminarSalu2. Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
Mmmmmmmmmmmmm, que pinta estos panecillos... si parece que llega el olor aqui!!!
ResponderEliminarMe apunto la receta.
Un besiño.
Nana: Yo también hace tiempo que no hago pan. La verdad es que eso de trabajar las masas es muy relajante y gratificante. Ahora que veo los tuyos tan bonitos me voy a animar a hacerlos.
ResponderEliminarSaludos
que pintaaaaaaaaa!!! y a estas horas...me comeria un bollo de esos. deliciosos.
ResponderEliminarBexinos wapa y feliz año!
Que pinta tienen esos bollitos Nana, y esa miga está diciendo......comeme.
ResponderEliminarYo soy un poco floja y desde que tengo la pani, no he hecho nada a mano, tendré que ponerme las pilas!!!
Besitos, guapa.
Esta receta me parece genial. Yo también quiero probar esta forma con la masa madre echa así. El resultado se ve inmejorale, vamos que tengo ganas de empezar ya si no fuera porque son días de roscones : )
ResponderEliminarBesos!
Una receta estupenda y muy bien explicada, y como no unos espléndidos panecillos, que esponjosidad.
ResponderEliminarBesosss
feliz día de reyes